viernes, marzo 31, 2006

I. Las consabidas presentaciones

(Maricela Guerrero)
Ningún detalle del plan debía ser olvidado: la gasolina, el próximo lugar de residencia, los pretextos, las actuaciones, el guamazo –ya si se ponía tensa la situación-, las familiares cartas, los estudios psicológicos internacionales, la sincronización de relojes, la finalidad del plan… ¿finalidad del plan?

Ninguna de las tres sabíamos a dónde iba a parar todo aquello. Habíamos bebido mucho café, y mucha cerveza después, y a pesar de conversar tanto sobre el tema aún no habíamos agotado ni la mitad de todo lo que teníamos que contar del amor que sentíamos por aquellos hombres que tan mal nos habían correspondido para entonces. Parecía una competencia en la que ganaría aquella que contase la más conmovedora historia, aquella que fuese capaz de llevar la pasión por un hombre hasta sus últimas consecuencias. Omito los nombres verdaderos de los y las involucrados, anda tú a saber quien esté leyendo estas cosas, porque así lo precisa nuestra historia. En el momento en que lo planeamos todo, hicimos una lista de personajes femeninos y admirados por nosotras, de los cuales elegiríamos por sorteo nuestros sobrenombres:

a) Ema Bovary
b) La Maga
c) Paquita la del Barrio
d) Ana Karenina
e) Tongolele
f) La Chorreada
g) Cuatlicue
h) Eloisa
i) Virginia Wolf

Escritos los nombres en papelitos de 1/8 de hoja carta, procedimos al sorteo: La Bovary, La Karenina y yo, La del Barrio, entonces nos dispusimos a planearlo todo, no podíamos dejar pasar de largo ni un sólo detalle.

No hay comentarios.: