viernes, marzo 31, 2006

V. Ay! La Bovary y su psicología

(Tania Espinosa)
Ningún detalle del plan debía ser olvidado: la gasolina, el próximo lugar de residencia, los pretextos, las actuaciones, el guamazo –ya si se ponía tensa la situación-, las familiares cartas, los estudios psicológicos internacionales, la sincronización de relojes, la finalidad del plan…
¿finalidad del plan?
¿el dinero?
mmmh, ¿nuestras colectivas neurosis?
¿el instinto aventurero?
¡no!, ya sé: ¿nuestro espíritu artístico que nos caracteriza?
¿las pasiones?
vaya, no importa. Más de algún lector entenderá que a veces el ser humano llega a límites insospechados. Peligrosos. Y más emanadas de tres cabezas diferentes a punto de traspasar la línea para violentar la voluntad de terceros. Ni modo, cé la vie. En nuestro aquelarre hicimos un pacto que merece importante mencionar en estos tiempos en donde cada alguien se calienta con su propia agua: que, o ninguna, o las tres nos quemásemos en la hoguera si esto no funcionaba. Aunque no tenía por qué no funcionar. Alguna voz cauta mencionó la idea de escribir nuestros procederes temáticos, el a, be, ce. Con temblor de mano por exageradas dosis de café, cigarrillos y emoción La del Barrio fue la comisionada para hacerlo. La Karenina, un poco más escéptica y con pesimismo en las pestañas no se lograba convencer del todo. Y yo: La Bovary, me encontraba pendiente de los oídos filósofos tras la pared.
El caso “del Inútil” –preferible a llamarle “Rata de dos patas”- era el más fácil, seguido del caso “Yupi”, el de La Karenina. Mi caso, el del Vicario –y no precisamente el de cristo, más bien referente al macho cabrío- era el más difícil, pero no imposible. Para este saco de huesos teníamos la sobredosis de belladona, o ya de plano, el bat. Debo confesar que yo “La Bovary”, la próximamente odalisca de la (los) Mortales, me encontraba en pleno uso de mi historia, indecisa por si el macho cabrío sería el elegido o ¿por qué no? el rumi de La del Barrio. Total: el personaje, en mi caso, empezaba a ser lo de menos.

No hay comentarios.: